Con Star Wars un problema tengo

En una galaxia muy, pero muy lejana, hace mucho tiempo empezó una de las más grandes sagas jamás filmadas, una serie de películas que la mayoría recordaremos con mucha añoranza, seguramente se nos vendrá a la mente como de niños las vimos en televisión y nos asombramos viendo todas esas naves interestelares disparando rayitos de colores al sonido de piú, piú, ¡toda magia! Pero un buen día las tres primeras películas pasaron de 1,2 y 3 a 4, 5 y 6 y todo mal.

Lucas, podrás ser un gran director, un gran visionario de los efectos, un gran productor y un estupendo padre de familia; pero como escritor das asco!!! You suck!!!

¿Cómo es eso de romper toda la mística de una película? ¿Lucas cómo pudiste robar el alma Jedi?!!!

Eso de que la fuerza son un montón de que se yo que carajo de microbios que controlan los Jedi, ¿qué me van a decir que cuando un Jedi salta alto es porque esas mierditas le hacen patita y los impulsan? Y los horribles personajes nuevos tienen más tecnología, visten mejor y se ven más coloridos que los clásicos amigos del “imperio contra ataca”. Y como el joven Darth Vader se vende al lado oscuro de un día al otro y pasa de amiguito deprimido de los ositos cariñosos a asesino pedófilo.

¿Y sabés lo peor de todo Lucas? Como desacreditaste a Darth Vader delante de todos nosotros, cuando en la última película, después de millares de robots super recontra digitalizado,s aparece el maléfico hombre de negro con una baratísima botonera en el pecho, te odio Lucas, te odio…

Tengo un problema con el heavy nacional

El también conceptualizado como “metal argento” es un fenómeno tan curioso como argentino, con variadas contradicciones y elementos grotescos para tirar para arriba.
Solo hace falta echar un vistazo al personaje que se construye como ser del “metalero”, esa especie de gaucho pampeano amigo del ranquel con cruza de “heavy clásico” de escuela británica, y ahí justamente la idea de “heavy nacional” (algo así como “capoeira argenta” o “tango islandés”). No es para nada raro encontrar en un disco de metal argento una seguidilla de temas heavys y, de pronto así nomás, salta una chacarera o una oda a Larralde, la verdad que no entiendo, es como lo extranjero más autóctono nuestro.
Gracias a estas cosas es que no me choca tanto el metal argento, es demasiado grotesco y “cabeza” o pobre desde su propia base y me es demasiado cómico; pero me es molesto cuando observo a los “niños” que se acercan a ver bandas como Alma Fuerte y terminan “mamando” lo peor del genero, su discurso ultra nacionalista, homofóbico, antisemita y (aunque es una palabra ya gastada) fachista. Y no me vengan con que Richard Iorio es un gran poeta, cito: “Cumpliendo un sueño de niño estoy, cantando en nombre de Juan Perón, quien de mi pueblo fue benefactor, y no seré yo quien lo olvide” o “…y la concha de Dios” u “Orgullo argentino quiero expresar con este recite que supe heredar, YEAH!!!” (si el yeah es muyyy argentino) . Frases vagas, de dos pesos y no mucho más.
Haaa, si desean morir de risa les recomiendo unos amiguitos de Richard que se llaman “Puertas” y en especial su tema “No hay lugar para putos en el metal”. Y lo peor que estamos hablando de gente grande ya…